Son días raros. Cuando se nos dijo que deberíamos quedarnos en casa, empezamos a calcular las horas que nos ahorrábamos en desplazamientos, la reducción de carga de trabajo -que creo que nunca llegó-, la sensación de estar un poco de…
Son días raros. Cuando se nos dijo que deberíamos quedarnos en casa, empezamos a calcular las horas que nos ahorrábamos en desplazamientos, la reducción de carga de trabajo -que creo que nunca llegó-, la sensación de estar un poco de…