Hoy quiero hablarte de lectura rápida. Pero no para leerte los famosos 52 libros al año, sino para tener la capacidad de encontrar la información que necesitas.
Se trata, básicamente, de lectura para el aprendizaje específico. Como siempre resalto, para lectura de ocio, no es necesario aplicar ninguna técnica, más que la del mero disfrute.
Pero cuando estamos aprendiendo, necesitamos acceder a mucha información y hacerlo de forma ágil para poder, así, adquirir más contenido, tanto en cantidad como calidad.
Para ello, hay dos básicamente dos maneras de lectura rápida: skiming y scanning. Se podría traducir como Desnatar (sacarle el jugo) y Escanear, pero estaremos de acuerdo en que en inglés son más fáciles de recordar 🙂
Skimming
Este tipo de lectura se utiliza cuando quieres saber de qué va un texto. Eso que solemos llamar lectura “en diagonal”. Es leer una noticia “por encima”, para entender de qué va.
El skimming es muy recomendable como pre-lectura para decidir si nos interesa leer el texto con más detenimiento; o como re-lectura cuando buscas repasar contenido o asentar conocimientos. Por tanto, implica tanta o más concentración que una lectura en profundidad, para poder extraer la idea principal del texto. Como siempre que aprendemos, debemos hacerlo de forma deliberada, con intención.
Es importante saber aplicar el skimming cuando estamos aprendiendo, para poder alimentarnos de la mayor variedad de fuentes y ángulos posibles. Dicen que no hay nada más peligroso que la persona que sólo ha leído un libro 🙂 El skimming te permite justo lo contrario: leer gran variedad de textos y libros, para enriquecer tu aprendizaje.
“No hay nada más peligroso que la persona que sólo ha leído un libro.”
Pero para ello es igualmente importante saber elegir si ese libro es el adecuado, si la información que aporta es relevante, si complementa la que ya tienes, si el enfoque es interesante…. Y como el tiempo es finito y el aprendizaje, ya lo sabes, tiene que ser ágil, el skimming te permitirá elegir mejor el rato que dedicas a cada texto; o mejor el texto que dedicas a cada rato 😉
Además, aunque con la técnica de skimming únicamente, no profundizarás en el texto como si lo lees detenidamente, hacerlo antes de esta lectura más en profundidad sí te ayudará a comprender y retener mucho mejor el contenido.
Recomendaciones para el skimming:
- lee el índice de contenidos para comprender la estructura del texto.
- hojea todo el libro o texto para leer los títulos de cada capítulo, gráficos, negritas y destacados.
- lee el párrafo de introducción al texto y, a continuación, la primera y última frase de cada capítulo para visualizar de qué trata cada uno.
- si hay resúmenes de los capítulos, leelos.
- evita la tentación de pararte a leer con detenimiento un párrafo: si ves un término que se ajusta a lo que buscas, lee la frase entera para confirmar que está ahí. Márcalo y sigue.
- aplica una lectura activa: toma notas que puedan ayudarte a entender la idea global del libro o texto.
- genera preguntas que puedas luego encontrar en ese o en otros textos: te ayudará a definir cuál es el siguiente libro a leer (o skimmear).
SCANNING
El scanning, en cambio, sirve para buscar datos concretos. El ejemplo más obvio de scanning es cuando buscamos una palabra en el diccionario (quien use todavía diccionario en papel) o cuando buscas un teléfono en la agenda de tu móvil. Es leer rápido en busca de una información muy concreta.
Puedes ‘escanear’ artículos, informes o libros, pero no lo haces con la intención de leerlo entero, sino en busca de información específica. Es decir, estás leyendo con una pregunta en mente y estás buscando la respuesta en el texto.
El scanning te servirá para aprender de un tema muy específico o para encontrar información para un informe, un paper o un artículo, por ejemplo.
Aquí la lectura es en S o zigzagueo. En busca de mayúsculas si estás buscando un nombre, de cifras si buscas información estadísticas. Lees sólo si el título o el subtítulo te sugiere que ahí puede estar la información que buscas.
Recomendaciones para aplicar el scanning:
- es recomendable hacer antes un skimming, para hacer un barrido rápido del texto y confirmar que es un contexto en el que puedes encontrar la información específica que buscas.
- lee para responder una sola pregunta a la vez. Si tienes más de una pregunta, haz escaneos por separado.
- cuando localices una palabra que responde a tu pregunta, lee los párrafos cercanos para confirmar que es relevante.
- utiliza las técnicas de lectura rápida para que tu mirada no se detenga excesivamente.
CONCLUSIÓN
Si has llegado hasta aquí leyendo sólo los títulos y las negritas anteriores, probablemente hayas hecho un skimming para ver si te interesaba el post, antes de leerlo con mayor detenimiento 🙂
Y esto es lo que te recomiendo que hagas con posts, artículos y libros: no te cargues con la tareas de leerlos todos con calma, porque acabarás creándote una lista interminable de “para leer”, que sólo restará tu capacidad de aprendizaje y productividad. Aplica el skimming y te darás cuenta de que por que esté escrito, no implica que tengas que leerlo.
Verás que a medida que lo practiques, cada vez leerás más rápido y enfocarás más tu lectura, sobretodo si combinas ambas técnicas. Y esto te permitirá dedicar más tiempo a los textos que de verdad te aporten aquello que estás buscando.
Feliz lectura, feliz aprendizaje. Nos leemos en las redes. Y para cualquier pregunta, puedes escribirme directamente.