¿Cuál es tu perfil profesional?

Eran los años 90 y bastantes y Tim Brown, CEO de Ideo, andaba buscando nuevos perfiles para sus procesos de ideación. Brown se dio cuenta de que para generar ideas realmente útiles y a la vez innovadoras, necesitaba incorporar perfiles muy variados dentro del proceso de diseño. Sólo de este modo podría aportar ideas realmente nuevas y útiles, gracias a los diferentes ángulos de visión.  Aunque debían tener también una capacidad multidisciplinar, dado que no serviría de mucho que los participantes tuvieran expertises diferentes entre sí, si no tenían pensamiento creativo, capacidad de participación en equipo y de aplicar su conocimiento de manera transversal. 

Ahí fue cuando conoció la dinámica interna de recruitment que aplicaba la consultora McKinsey, basada en el estudio que David Guest sacó en 1991 sobre el perfil en T. Este, a su vez, se basaba en el artículo de D.L. Johnson, “Scientists become managers: the T-Shaped man” en el que por primera vez se hablaba de incorporar capacidades de liderazgo a los perfiles más técnicos. 

Con la creación de estos equipos multidisciplinares, nacían -o se descubría la importancia de- los perfiles en T.

 

el perfil en "T": el especialista con soft-skills

Perfil en T

El perfil en T busca, principalmente, añadir una base tranversal (la línea horizontal de la T) a una vertical de expertise. Pasa de un perfil hiper-especializado (en “I”) a un perfil que añade los soft-skills al perfil. Esto le da más adaptabilidad a cualquier entorno, donde aporta sus conocimientos específicos. 

 

¿Sabes lo de “aprendiz de todo, maestro de nada?” Pues en el que caso del perfil en T, sería “Aprendiz de todo, maestro al menos de una cosa”.

 

Este perfil, que en los años 90 fue una novedad, hoy es una exigencia. Las soft skills ya no son opcionales. Y es que tener un perfil en T, además de un conocimiento profundo en un área, permite:

– aumentar las posibilidades de colaboración: conocer diferentes entornos, aporta una mayor capacidad de colaboración con perfiles diferentes. Esto, en un momento en el que la multidisciplinareidad es más necesaria que nunca, se hace imprescindible.

– trabajar desde la motivación: una persona con perfil en T tiene interés en otras áreas, dado que es consciente de las posibilidades de aplicación del conocimiento de forma muy diversa. Esto despierta o estimula el aprendizaje y evita la monotonía que podría provocar un interés excesivamente enfocado.

– innovar: el hecho de aplicar el expertise a diferentes ámbitos y ser capaz de comibar los aprendizajes entre ellos, aumenta la capacidad de generar ideas nuevas y hacer aportaciones inusuales. 

– comunicar mejor: los perfiles en T saben moverse por diferentes departamentos, sectores y categorías. Esto genera una mayor capacidad de interacción con perfiles diversos, en ámbitos diferentes, 

– evitas la “paradoja del experto”: existen estudios que muestran que a mayor conocimiento sobre una materia, más automatizamos procesos y dejamos de cuestionar otras posibilidades. Y, por supuesto, menos capaces somos de desaprender para adaptarnos a nuevas maneras de hacer las cosas (habilidad muy necesaria en este entorno tan cambiante como el actual). 

 

el perfil en "Pi", "M" o "PEINE": expertises en paralelo, unidas por las soft skills

Perfil en Pi

¿Eres de los que es experto en un área pero le gustaría explorar en otra? Tal vez estudiaste aquello que “tenía más salidas”, pero en realidad lo que a ti te gustaba era otro tema. O tienes un hobby que te apasiona pero como no tiene nada que ver con tu trabajo, no exploras más allá de los ratos que puedes dedicarle el fin de semana. 

Si este es tu caso, te invito a que explores esa segunda habilidad. Básicamente, por dos motivos: 

1. Porque trabajar las dos expertises, sean cuáles sean, las retroalimenta y las hace crecer. Ese hobby que tienes, puede que te ayude a mejorar en tu día a día, a mejorar la especialidad en la que basas tu trabajo. Ramón y Cajal, por ejemplo, tenía pasión por el dibujo. Esto le permitió ser un gran divulgador de temas científicos difíciles de explicar: gracias a sus conocimientos de dibujo, supo mostrar conceptos complejos de manera visual. O ese directivo de banca que desde que se decidió a retomar su grupo de música, lidera con mayor empatía. 

2. Porque tener dos especializaciones te crea un perfil más único. Si queremos aportar valor en este nuevo entorno automatizado, debemos ser lo más únicos posibles. Tener dos especializaciones aumenta las probabilidades de que nuestra propuesta de valor ser más diferenciadora. 

Recuerda que, en cualquiera de los dos casos, las habilidades transversales son imprescindibles, porque son las que las unen y las hacen aplicables a cualquier entorno y en multitud de situaciones. 

 

No te dé miedo lanzarte a la doble especialización: hay quien apuesta por la M (tres especializaciones) e incluso quien hablar del peine, con muchas especializaciones. De hecho, el perfil en “T” tiende a expandir sus especializaciones, fruto de su interés multidisciplinar. 

 

Lo importante, siempre, es saber trasladar los conocimientos y habilidades de una de las especializaciones, a las demás: hacer que se retroalimenten.

Perfil en "X": el perfil 4.0

Perfil transdisciplinar

El perfil en X es el perfil de los directivos, de líderes de equipo. Profesionales con un altísimo desarrollo de las soft-skills, pero sin una especialización concreta. De hecho, su expertise radica, precisamente, en la capacidad de liderazgo en cualquier entorno. 

Heather McGowan, en su libro “The Adaptation Advantage”, lleva el perfil en “X” a otro nivel, al introducir la Inteligencia Artificial en la ecuación. Es interesante -e importante- entender que uno puede especializarse en desarrollo tecnológico o puede optar por trayectorias más humanistas y, entremedias, infinitud de opciones. Sin embargo, que uno no esté especializado en IA no significa que pueda no conocer su alcance. 

No todos los trabajos del futuro se basarán en desarrollo tecnológico, pero sí que todos trabajarán con tecnología. La relación hombre-máquina será cada vez más híbrida.  

Por eso se hará cada vez más necesario el perfil transdisciplinar, que MacGowan dibuja también en X. En ella, las capacidades humanas y las de la máquina están en los dos ejes de modo que en centro convergen las disciplinas de ambos.

 

Sigue construyendo tu perfil

¿Has encontrado ya cuál es tu perfil? Sea cual sea, sigue construyéndolo. El único que ya no se acepta, es el perfil en “I”, ese perfil hiperespecializado pero sin capacidad de traslación ni aplicación de los conocimientos a diferentes ámbitos. Cada vez se hace más difícil de encajar ese perfil de, pongamos, programador que hace virguerías detrás de la pantalla pero incapaz de venderlo a un cliente potencial. Las soft skills han llegado para quedarse. 

Elige cómo seguir creciendo:

  • puedes profundizar en la especialización o verticalidad que ya tienes.
  • puedes (deberías) seguir mejorando tus habilidades transversales. Estas serán las que te ayuden a ampliar tus posibilidades de aplicación de tus conocimientos “verticales”.
  • puedes añadir nuevas expertise, buscando otras especializaciones que complementen tu perfil. Venga de un hobby o fortaleza, sea por un análisis más racional del entorno.

En cualquiera de estas opciones,  incorpora conocimientos en IA para entender mejor este entorno incierto en el que entramos. Elige letra; si hace falta, coge otra letra del abecedario. A partir de aquí, traza un plan de aprendizaje que te ayude a conseguirla. 

Puede sonar complejo. Y lo es. Pero también es apasionante, porque puedes construirte desde donde estés. Sólo es cuestión de saber fijar los objetivos y aprender qué y cómo aprender para conseguirlos. 

Nunca hubo mejor momento para re-inventarse. Elige y ve a por ello. Si necesitas ayuda, cuenta conmigo 🙂

Si quieres conocer cómo aprende cada perfil profesional, descárgate el estudio. 

En él encontrarás datos y propuestas para aprender mejor en función de tu perfil profesional.

Espero que te sea útil y te ayude, sobretodo, a reflexionar acerca de cómo aprendes y de cómo aprender mejor.